El Estudio sobre las condiciones de competencia en la producción de huevos y pollo que hoy presentamos al público contiene hallazgos relevantes para el país.
La Superintendencia de Competencia presentó los resultados del estudio sobre las condiciones de competencia en la producción y distribución de huevos y carne de pollo. Este análisis examinó la estructura y funcionamiento de los diversos mercados que conforman la cadena de valor de estos productos, a fin de identificar las potenciales restricciones al ingreso y expansión de competidores y proponer recomendaciones de política pública para fortalecer la competencia.
El estudio define 12 mercados relevantes y sus participantes, analizando la rivalidad entre oferentes, las dinámicas comerciales y estrategias de negocios predominantes para comprender sus efectos en los precios y, por consiguiente, en el bienestar de los consumidores. Uno de los principales hallazgos de competencia del estudio identifica en el mercado de incubación y reproducción pocas empresas que producen aves de engorde y una empresa que domina el mercado en la producción de aves de postura (gallinas ponedoras).
Sin embargo, el estudio advirtió un total de 621 granjas comerciales del sector avícola de las cuales 162 son de engorde (producción de carne) y 398 de postura (producción de huevo). En ese sentido, el análisis de la SC revela que El Salvador se autoabastece de huevos, puesto que las importaciones representaron el 0.9% de la producción local en 2019, por lo que se considera suficiente en relación con el consumo, el cual se estima fue de 190 huevos por persona durante la década pasada.
Asimismo, el estudio muestra que el consumo per cápita de carne de pollo marca una clara tendencia al incremento (cercano al 23%), pasando de 38.4 libras anuales en 2010 a 47.1 libras en 2019. Además, los resultados resaltan que el mercado de carne de pollo se abastece de producción local, ya que la importación de carne fresca o refrigerada es limitada; de 2018 al 2021 no se reportaron importaciones de pollo fresco entero o en partes, salvo algunas marginales de pechuga.
Finalmente, el análisis de la SC expone que a partir del año 2000 se presentó un cambio en las preferencias de los consumidores del huevo blanco por el rojo o marrón, debido a la percepción de que este es más fresco y provee de mayores beneficios para la nutrición. Así la SC recomienda a diferentes instituciones reguladoras del sector impulsar entre los pequeños y medianos productores el uso de razas productoras de huevo blanco, así como la promoción de su consumo lo que aumentaría las presiones competitivas en los mercados mediante la promoción del consumo de ambos tipos de productos.
“Es importante que la población tenga la seguridad que esto también aplica para la carne de pollo. Los resultados resaltan que el mercado se abastece de producción local, ya que la importación de carne fresca o refrigerada es limitada”.
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