Los nuevos gigantes tecnológicos y el derecho de competencia

Quizá una de las características más evidentes y cruciales de la actual economía es el creciente peso de la información y el uso de datos. Como señala el Informe “Crémer” de la UE sobre política de competencia en la economía digital (2016), la evolución de la tecnología ha hecho posible recolectar, almacenar e interpretar bases de datos cada vez más grandes y complejas. El dato se ha vuelto un insumo básico, y la habilidad para usarlo un parámetro competitivo cada vez más importante. Por un lado, que atañe al derecho de competencia, las empresas que controlan los datos (buscadores de internet, redes sociales digitales, plataformas de comercio electrónico) acumulan un enorme poder, que les brinda posición dominante y, por tanto, posibilidades de abusar de ella, limitando la competencia o desplazando a sus competidores. Por otra parte, cualquier actividad que realizamos crea un rastro  que, muchas veces, escapa a nuestro conocimiento y control, lo que genera naturales preocupaciones respecto al resguardo de la privacidad, el honor e intimidad personales.

Además, el citado informe señala que en la economía digital existen extremos retornos de escala. En otras palabras, el costo de producción de servicios digitales es mucho menor que proporcional al número de clientes atendidos. También detalla cómo es frecuente que en el contexto digital se den efectos o externalidades de red, por los cuales, a medida que ingresan más personas a determinada tecnología o servicio, se amplían sus beneficios y conveniencia, que pueden actuar como una barrera de entrada a determinados mercados. Los citados fenómenos, si bien no son nuevos, son más pronunciados en los nuevos modelos de negocios y podrían conllevar a restricciones a la competencia.

En nuestro país, la creciente relevancia de estos temas se hace sentir no solo ya en la economía, sino también en proyectos de leyes relacionados, por ejemplo, de protección de datos, de promoción de la economía del conocimiento o de ley de comercio electrónico, que, a la fecha de elaboración de este texto, se encuentran en estudio en la Asamblea Legislativa. Algunos de estos proyectos han sido analizados por la Superintendencia de Competencia, como parte de su facultad para emitir opiniones no vinculantes, analizando los aspectos donde estos temas enlazan con la competencia en los mercados (posibles restricciones o limitaciones) o bien con las condiciones estructurales que deben existir en los mercados para su desarrollo. Pueden ser consultados en haciendo clic aquí siguiente link. 

Los académicos y las autoridades de competencia siguen con atención estas nuevas tendencias de la economía y lo que implican para el funcionamiento de los mercados, el bienestar de los consumidores y el de la sociedad. Así, el derecho de competencia ha reaccionado a los diversos retos y circunstancias cambiantes, estudiando caso a caso y refinando su análisis económico y jurídico.  Recientes casos, por ejemplo, las sanciones a Facebook por la Federal Trade Comission en EEUU o por la Bundeskartellamt, autoridad de competencia alemana, sientan interesantes precedentes sobre la relación entre la protección y uso de datos y la competencia.

El derecho de competencia sigue siendo una herramienta única, cada vez más sofisticada, para que nuestras sociedades lidien de la mejor manera con transformaciones complejas. Por ello, puede predecirse que seguirá jugando un importante rol en ellas.